Utilizando como epicentro a la ciudad imaginaria de Mogador, esta novela que está más cercana a los sueños que a otra cosa, nos muestra las historias de nueve jardines contados nueve veces y la historia de un hombre-narrador que se convierte en una especie de voz, para seducir a Jassiba. Una idea muy especial la de mezclar la naturaleza con la sensualidad, una pequeña muestra: “Extendió sus piernas muy lentamente, luego fue separándolas con emoción y, sin tocarse, muy despacio, columpiando su respiración y su pubis al filo tenaz de la luz, hizo el amor con el sol.” Y una delicia en la boca: “Huelo a distancia/ magnolias en tu vientre / y me transtornan.” “La abeja zumba/ entre tus piernas/ tus labios la provocan.” Acercarse a este libro es sentir la belleza de la mujer como metáfora de la naturaleza.
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